La casa rural está bastante bien (tiene 5 habitaciones, todas con baño, un buen salon abajo con chimenea, y una buena cocina). También tiene un jardin bastante grande y una piscina pequeña, pero como fuimos en invierno, no los pudimos disfrutar mucho. Eso si, la calefacción de la casa es estupenda, con un termostato en cada habitación.
La decoración de la casa es muy bonita, con bastante buen gusto, y el único defecto que puedo decir es que no nos dejaron trapos de cocina y que abajo faltaría un aseo.
Moron de Almazan es un pueblo bastante bonito y tranquilo, con una iglesia en lo alto y una plaza mayor bastante bonito. La iglesia es de estilo gótico, y tierre una torre muy original. Para ver el interior, hay que coincidir con los horarios de misa.
En invierno, Moron de Almazan es un pueblo claramente tranquilo, con alguna casa señorial (como la que hay en la parte de abajo del pueblo donde está el banco del pueblo).
En el pueblo también hay un campo de Golf (por si alguien le gusta hacer este deporte).
Desde allí fuimos a visitar a Berlanga de Duero, que está a unos 40 kilómetros de distancia. Este es un pueblo amurallado bien bonito.
Merece la pena subir hasta arriba del castillo y disfrutar de la vista del pueblo y del alcantilado que da el rio Duero hacia el lado contrario al pueblo. Aunque nosotros tuvimos mala suerte y no pudimos visitar el interior del castillo.
Desde allí fuimos a dar un paseo por Almazan. Merece la pena subir hasta la puerta del mercado, y recorrer la pasarela que va al pie de las murallas, disfrutando de las vistas sobre el rio Duero.
Ese día fuimos a comer de restaurante, a un sitio que se llama Antonio en Almazan. Este restaurante tiene un aire "años 80", la comida no fue excesivamente buena, pero nos dieron de comer en sillones comodos, con manteles de tela y cubiertos de esos que pesan.
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