domingo, 2 de enero de 2011

Malaga

Este invierno hemos decidido ir a Malaga. Hay que aprovechar que se puede llegar en AVE desde Madrid.
La verdad es que no tenía grandes expectativas de visitar la ciudad, y lo que encontramos nos gustó bastante.

Para empezar, escogimos como alojamiento los apartamentos Coronado. Vimos por internet que parecían bastante nuevos, y además están muy centrico. Después de estar allí, la verdad es que los recomendaríamos, ya que están a escasos 50 metros de la plaza de la Constitución y de la calle Larios, al lado del futuro museo Thyssen. Son muy nuevos, y están razonablemente bien equipados. Nosotros teníamos un apartamento 2/4, y la cama de matrimonio era estupenda, y el sofá cama era adecuado para que durmieran unos niños.
Teníamos cocina con microondas, un buen baño... Todo en decoración moderna, pero muy comodos. Hasta con wifi.
Como pequeños defectos (no todo va a ser estupendo), es que no había cortinas en las ventanas, faltaba secador en el baño, y no había sal y aceite en la cocina(con lo cual tuvimos que comprar una botella). Y un par de pastillas de detergente para la lavadora resultan baratas y facilitan la vida al cliente.

Respecto al tema de tapear y comer, hay un restaurante bastante cerca de menu del dia a buen precio (Restaurante 7 leguas, menú del día 7,5 euros), donde las veces que fuimos nos atendieron razonablemente bien, y con una calidad razonable para el precio que pagamos.
De tapeo estuvimos en dos sitios, en las tabernas quitapenas (bien sin más), y la bodeguita de Carlos, que este sitio fue muy recomendable, ya que tuvimos muy buen servicio, y toda clase de raciones a 4 euros. Aun nos acordamos de los jurelitos y del pulpito rebozado.

Como mala experiencia, la clavada que nos pegaron en la cafetería Lepanto de la calle Larios. Quizás fue también por culpa nuestra, pero se nos ocurrió pedir 2 batidos para los niños, y vale, eran batidos naturales, pero me cobraron a 6,30 euros cada batido. Aun me está doliendo la cartera.


Respecto a la cultura, fuimos a visitar lo habitual, la catedral (5 euros, no nos gustó excesivamente), el museo picaso (bien, pero un poco caro), y la alcazaba y el castillo de Gibralfaro (a mi me encantó, pero subir hasta el castillo de Gibralfaro es un buen paseo cuesta arriba).

Recomendable darse un paseo por el puerto, aunque está un poco complicado para entrar.

Nos gustó mucho el museo Revello de Toro, que es un pintor de tipo "realista" que tiene un pequeño museo detrás de la catedral. Quizás influyó en esto que la entrada en ese momento era gratuita.